Hace tiempo que escribí este texto, lo encontré cubierto de polvo sonriéndome desde el anonimato que acabo de arrebatarle.
Escupe en la inmensa eternidad de la locura
olvida tus miedos
los pequeños desastres
las furias
los intensos revolcones de desilusión.
Azuza los perros de tu conciencia
para volver a soñar pesadillas almidonadas por el tiempo.
Los sueños kafkianos de una metamorfosis imposible
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